El ozono (O3) es un gas como el oxígeno, con la diferencia de que tiene tres átomos en lugar de dos. Funciona como un desinfectante químico con una elevada capacidad oxidativa que sobrepasa con creces a la del cloro o cualquier otro desinfectante. Mata a las bacterias y desactiva los virus principalmente.

Es un gas y como tal llega a todos los rincones con total garantía de desinfección, está demostrado por numerosos estudios y laboratorios que el uso de ozono consigue desinfectar las estancias con todo su mobiliario y objetos, y mejora el aire eliminando malos olores y cualquier microorganismo contagioso.

Tan sólo es muy importante tener en cuenta que no puede haber personas ni animales en la habitación mientras funciona un generador.

Al ser inestable y descomponerse la vida media en el aire en el interior de una habitación es de seis a diez minutos aproximadamente. Pasado este tiempo no deja residuos y tan sólo queda un aire limpio y desinfectado.

Siempre es necesario usar el timer o programador. El reloj detendrá la máquina pasados los minutos programados; esperamos unos 10 minutos más para entrar. Entonces el ozono habrá desaparecido casi por completo porque o bien ha reaccionado eliminando cada microorganismo, o bien se descompone el resto. Tan sólo faltaría ventilar abriendo las ventanas unos minutos más.